La sensación de libertad me embriagaba. Estaba harto de mi ciudad nativa, y aún hoy, pasados treinta años, no siento deseos de volver a ella.

SÉPTIMA PARADA: CALLE AIRE

En la casa situada en esta angosta calle vivió Cernuda los últimos años de estancia en Sevilla antes de partir para Madrid.

CALLE AIRE:
Alguna vez, a la madrugada, me despertaba el rasguear quejoso de una guitarra.  Eran unos mozos que cruzaban la calleja, caminando impulsados quizá por el afán noctámbulo, lo templado de la noche o la inquietud bulliciosa de su juventud.
La música y la noche.